La crisis económica de 1847 presenta una doble caracterización: por una parte, es una típica crisis de subsistencias y, por otra parte, ofrece rasgos novedosos ya propios de una economía inmersa en un capitalismo más desarrollado. De hecho, el boom especulativo generado en torno a los ferrocarriles, especialmente en Gran Bretaña y Francia, fue otra de sus principales causas. Por ello, el historiador francés Ernest Labrousse la calificó como una crisis mixta.

La crisis de subsistencias

En un primer momento se trata de una crisis característica de una economía aún sometida a las reglas  del Antiguo Régimen, es decir,  se inicia como una crisis agraria para afectar luego al sector textil. Parece una repetición de la crisis de 1830 y de tantas otras anteriores. En este caso es la disminución en la producción de patatas la que desencadena el mecanismo; este producto ocupaba un importante papel en la alimentación popular, especialmente en el norte de Europa (Países Bajos, Irlanda, Francia). Durante la década de los años 40 se había extendido por todas las zonas de cultivo una plaga ocasionada por un hongo (mildiu) que destruía las cosechas.

Caída de la producción de patatas en Irlanda. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_hambruna_irlandesa#/media/Archivo:Potatoes_Production_Great_Famine_en.svg

Especial incidencia tuvo este descenso en Irlanda, donde ocasionó la Gran Hambruna, un período comprendido entre 1845 y 1849 en el que murió alrededor de un millón de personas y otro millón tuvo que emigrar –especialmente a Estados Unidos.

Guillespie, Rowan (1997) Hambruna. Dublín. Fuente: Enciclopedia Británica.

 La carestía de la patata influyó en el alza de precios de los cereales, a pesar de que puntualmente se habían dado algunas buenas cosechas. La conclusión es que el precio de los alimentos básicos subió en casi toda Europa. En Francia, donde los problemas agrarios habían aparecido en 1845, se reproducen los mismos mecanismos que precedieron a las revoluciones de 1830 y 1789, sucediéndose varios años de malas cosechas; en muchas zonas los precios de los cereales subieron un 13 %. A título de ejemplo podemos ver la gráfica que muestra la subida de precios de los cereales en algunas localidades de España.

Evolución de los precios entre enero y mayo/junio de 1847. En Pts/Hl. Fuente: Díaz, P. (2003)

El sector manufacturero, concretamente el textil, se vio afectado rápidamente por la situación de crisis agraria; al aumentar el coste de los productos agrarios básicos, disminuyeron las compras de textiles. El beneficio empresarial cayó y lo mismo ocurrió con los salarios, aumentado el paro entre los trabajadores. Un proceso que cierra el círculo de la crisis de subsistencias.

La crisis financiera e industrial.

Paralelamente a esta crisis de subsistencias tuvo lugar otro fenómeno, en este caso relacionado con las nuevas reglas económicas que estaba imponiendo el capitalismo financiero. En Gran Bretaña se produjo, entre 1845 y 1847, un gran boom en la construcción ferroviaria, que llegó a emplear hasta 300.000 trabajadores; fue un ejemplo de la intensa especulación ferroviaria que se estaba produciendo en toda Europa. La progresión de la red ferroviaria europea, que pasó de 175 kilómetros en 1830 a 9.200 km en 1845, muestra las enormes inversiones que se realizaban en el sector. Dicho boom atraía el interés de los bancos, que dedicaron a la producción ferroviaria y metalúrgica grandes inversiones.

Red ferroviaria europea en 1850. Fente: http://blogdelaclasedehistoria.blogspot.com/

Hacia 1847 se produjo un freno en la expansión ferroviaria inglesa, necesitada de una reordenación. A su vez, en Francia, varias compañías entraron en quiebra al no generar una rentabilidad suficiente. Los efectos bursátiles fueron importantes ya que las compañías ferroviarias representaban la mitad del mercado bursátil francés. Pero sus efectos se extendieron también a las industrias siderúrgicas y metalúrgicas. Un dato: la producción de raíles pasó de 89.000 toneladas en 1847 a 41.000 en 1848. En París, entre marzo y junio de 1848 se censó un paro del 56 % de los trabajadores empleados a principios de año.

Conclusiones.

De esta manera se conjugan los dos factores económicos que contribuirán a desencadenar la ola revolucionaria de 1848 en Europa. Por un lado, el alza de los productos agrícolas básicos y, por otro, el aumento del paro industrial consecuencia de la crisis, aunque fuese coyuntural, primero del textil y después de los ferrocarriles y de la metalurgia. Ambos factores generaron un gran malestar social que impulsó estas revoluciones. No hay que olvidar que en 1848, en este contexto de crisis socio-económica y política, surgieron las primeras muestras de organizaciones obreras. Marx y Engels publicaron el Manifiesto Comunista en 1848 y, en Francia, los llamados socialistas utópicos –más correcto sería denominarlos socialistas premarxistas– tuvieron un gran protagonismo en los acontecimientos de 1848.

En definitiva, esta crisis muestra bien los cambios que estaban ocurriendo en la economía europea a mediados del siglo XIX, una economía en la que la agricultura tenía aún un gran peso y en la que continuaban presentándose crisis de subsistencias, que se intentaban paliar con medidas liberalizadoras del comercio o de los cultivos –revocación de las Corn Laws inglesas en 1846, por ejemplo–. Pero también una economía que se estaba industrializando a marchas forzadas, generando incluso booms especulativos, capaces de provocar quiebras industriales y  severos aumentos del paro. Este factor, junto al aumento del precio de los cereales y de la patata, explica las razones de la crisis económica de los años cuarenta y se relaciona, como causa, con las revoluciones de 1848 en Francia y con motines de hambre en diversas zonas de España. El malestar social existente también influyó en los fenómenos revolucionarios que se produjeron en otros lugares: Estados alemanes, Polonia, Italia… Resulta evidente la relación que se genera entre los fenómenos económicos y los acontecimientos políticos, pues casi todas las revoluciones liberales del siglo XIX están precedidas o son simultáneas con crisis económicas, lo mismo que la de 1789 en Francia.

Crisis y ciclos económicos desde finales del s. XVIII hasta principios del XX. Fuente: https://puntosinapsis.wordpress.com/2017/10/21/los-ciclos-economicos-y-las-crisis-del-capitalismo-industrial/

Bibliografía

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Díaz, P. (2003). Crisis de subsistencia y protesta popular: los motines de 1847. Revista Agraria, 30. pp. 31-62

Flamant, M., Singer-Kerel, J. (1971) Crisis y recesiones económicas. Barcelona: Oikos-Tau.

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Servais, P. (2011). La crise des annés 1845-1848 dans l’est de la Wallonie. Histoire & mesure, XXVI, pp. 157-186.

Soriano, G. (2019) 1848: la Primavera de los Pueblos. Archivoshistoira.com [Blog] Recuperado de https://archivoshistoria.com/1848-la-primavera-pueblos/