La primera Revolución Industrial transformó la manera de trabajar y de producir bienes de una forma radical. La introducción de la fábrica como lugar en el que se concentran las máquinas y los trabajadores, en el que el trabajo de estos se organiza según horarios y funciones a través de una división técnica, con un disciplina bastante dura, rompió la manera de trabajar propia de los gremios o de las tareas agrícolas. No obstante, las formas de producción habían registrado ya algunos cambios durante el siglo XVIII; estos cambios consistieron en la introducción de la manufactura. El siguiente mapa conceptual pretende explicar la evolución de las formas de producción desde el gremio medieval hasta la fábrica.