Siria es un Estado con una importante posición estratégica en el marco del Oriente Próximo, pero también es un estado fallido entre otras razones porque su gobierno no controla la totalidad del territorio. Sometido a una terrible guerra civil desde 2012, a raíz de una primavera árabe fracasada, es actualmente un tablero de ajedrez donde juegan los intereses de numerosas potencias internacionales y regionales –Estados Unidos, Rusia, Turquía, Israel, incluso Irán o Arabia Saudí. Todo ello añade complejidad a un panorama interno ya de por sí enrevesado por la presencia de numerosos contendientes: kurdos, Al-Qaeda, el régimen de Damasco, milicias proiraníes, milicias del Estado Islámico (ISIS), etc. Como se puede observar una situación sumamente enmarañada (Imagen 1)

Imagen 1. Fuente: El Periódico.

El origen del conflicto hay que buscarlo en la deriva de las protestas contra el régimen dictatorial de Bashar Al-Assad, iniciadas en 2011 al socaire de los movimientos populares surgidos en el mundo árabe contra unos regímenes políticos autocráticos o tiránicos –la denominada “Primavera Árabe”–. En el caso sirio estas protestas acabaron convirtiéndose en una guerra civil (Imagen 2) en la que, poco a poco, fueron interviniendo actores foráneos. En efecto, la oposición siria optó ante la ineficacia de sus movilizaciones, por la vía armada (Ejército Sirio Libre o ESL), primero para defenderse de las fuerzas del régimen y después para expandirse, con ello la lucha se extendió por todo el país. A partir de 2012 comenzó la internacionalización del conflicto: Assad logró el apoyo de Irán y de las milicias de Hezbolá –movimiento chií libanés. Por su parte los rebeldes obtuvieron ayuda militar y económica de Catar y de Arabia Saudí, ayuda destinada principalmente a los sectores más islamistas de los mismos. Desde ese momento, la rebelión comenzó a caer en manos de los sectores islamistas, mientras el ESL perdía influencia.

Imagen 2. Fuente: Revista Semana. https://www.semana.com/mundo/articulo/guerra-en-siria-actores-del-conflicto/491327

Aprovechando el desgobierno surgieron también grupos yihadistas como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria. Más relevante fue el papel del Estado Islámico, que lanzó una fuerte ofensiva desde Irak (junio 2014), llegando a controlar un amplio territorio entre Siria e Irak donde proclamó el califato, con capital en la ciudad siria de Raqqa (Imagen 3).  A estos actores se sumaron las fuerzas kurdas, enemigas de Assad, pero también de Turquía.

Imagen 3. Zonas controladas por el Ejército Islámico en 2015. Fuente: BBC

Así pues, entre 2014 y 2017 el ISIS creó una estructura estatal que controlaba un amplio territorio entre Irak y Siria. Su existencia e indudable peligro para una zona ya inestable logró unir a todas las fuerzas intervinientes, aunque en dos bandos distintos liderados respectivamente por Estados Unidos y Rusia, que centraron su lucha principal contra los islamistas. Así una coalición internacional liderada por Estados Unidos y formada por Jordania, Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, intervino directamente en el conflicto atacando al Estado Islámico. Poco más tarde se incorporaron a estos ataques Francia y Gran Bretaña. Casi al mismo tiempo Rusia también emprendió ataques al ISIS actuando como aliado de Assad. Como resultado de ello, el territorio controlado por el Estado Islámico fue disminuyendo hasta su casi desaparición. Aunque aún cuenta con el control de algunos pequeños territorios en la región de Abul Kalmal, donde se encuentra rodeado tanto por las fuerzas kurdas como por las de Damasco.

Imagen 4. Retroceso del Estado Islámico. Fuente: AFP-Perry-Castañeda Library Map Collection

El posible ataque químico del régimen contra la ciudad siria de Jan Sheijun (2017), fue la causa esgrimida por EE.UU. para atacar, por primera vez de forma directa, al régimen de Assad. Tanto Rusia como los aliados del régimen protestaron por el ataque. Los bandos internacionales se acabaron de delimitar.

Actualmente, la ayuda rusa y la intervención de Irán y de diversas milicias chiíes han permitido a Assad no solamente asentarse en el poder sino también ir ganando la guerra al controlar el 60 % del territorio (Imagen 5). Otro elemento importante del escenario sirio son las fuerzas kurdas, apoyadas por EE. UU., que controlan un 25 % y que tienen el objetivo de crear una región autónoma en esos territorios. Su principal fuerza es el Partido de la Unión Democrática (PYD), un grupo de inspiración marxista. Este grupo ha impulsado la creación de unas milicias –las YPG o Unidades de Protección Popular– que se han convertido, hasta ahora, en el principal aliado sobre el terreno de la coalición liderada por Estados Unidos. Se calcula que estas milicias cuentan con unos 70.000 efectivos, de los cuales un 20 % serían mujeres. Contingente que se ha nutrido también de militantes del PKK –Partido de los Trabajadores de Kurdistán, grupo político armado que actúa en Turquía y que Ankara considera terrorista.

Imagen 5. Situación territorial en Siria en octubre de 2019. Fuente: Southfront.org-Perry Castañeda Librari Map Collection

Por su parte el Ejército Sirio Libre (ESL) mantiene el control de un escaso territorio en el noroeste sirio: la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía, pero cuenta con el apoyo del gobierno turco. La potencia turca, preocupada, por la posibilidad de la aparición de alguna estructura institucional kurda en sus fronteras –región autónoma en Siria– ya ha mostrado su oposición a la misma, amenazando con una intervención militar en la zona. El problema es la presencia de tropas norteamericanas que apoyan a los kurdos; de esta manera Estados Unidos se encuentra en el dilema de a qué aliado apoyar. También Turquía pretende asentar su influencia en la provincia siria de Idlib.

Los últimos episodios del conflicto han venido dados por dos circunstancias protagonizadas por diferentes actores:

  • El ataque turco a las posiciones del PYD en toda la franja fronteriza entre Siria y Turquía. Previamente, las tropas norteamericanas, aliadas de los kurdos en su combate contra el Estado Islámico, habían abandonado el territorio dejando el campo libre a la actuación de Erdogan. La retirada estadounidense ha sido interpretada como un claro abandono de sus mejores aliados en la zona: las fuerzas kurdas. Tras unos días de combates estos se han frenado mediante acuerdos de Turquía con Rusia y Estados Unidos, lo que ha permitido a las fuerzas de Assad ocupar un territorio, como fuerzas de interposición, que antes controlaban los kurdos. Si afianzase sus posiciones en estas zonas Assad pasaría a controlar el 80 % del territorio sirio. La invasión turca ha motivado que los kurdos se hayan  acercado al régimen sirio buscando apoyo frente a la agresión de Erdogan.(Imagen 6)
  • La muerte de Al Bagdadi (líder del Ejército Islámico) en un ataque de las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos que se produjo el 26 de octubre. El descabezamiento del movimiento es un paso importante, pero nadie duda tampoco de que ello no hará desaparecer a este grupo de la escena siria.
Imagen 6. Zona atacada por las fuerzas turcas. Fuente: El Confidencial-BBC

Sin duda, el conflicto, como en tantos otros casos de enfrentamientos civiles, se ha prolongado tanto tiempo por la intervención de las potencias extranjeras. Su apoyo financiero y militar ha mantenido viva la guerra, que ha provocado un elevado coste humano en muertes y desplazamientos de población.

Consecuencia derivada ha sido el resurgimiento del sectarismo y la intolerancia en Siria, que bajo los Assad era un régimen secular en el que los diversos credos convivían en relativa paz. Las intervenciones de Irán y de Arabia Saudita han provocado un enfrentamiento encarnizado entre chiitas –y alauitas sirios que también son chiitas– y sunnitas. Los enconamientos religiosos también dificultan la posibilidad de una solución política al conflicto.

Bibliografía.

Álvarez-Ossorio, I. (2017). Sectarismo y yihad en el conflicto sirio. Política Exterior, 178.

Baños, J. (2019). Jordi Tejel: Los kurdos de Siria no tienen más alternativa que volver a brazos del régimen. La Vanguardia. En https://www.lavanguardia.com/internacional/20191009/47875777906/entrevista-jordi-tejel-historiador-kurdos-siria.html   

Guimón, P. (2019). Así fue la operación que acabó con la muerte de Al Bagdali, líder del ISIS. EL PAÍS. En https://elpais.com/internacional/2019/10/28/estados_unidos/1572281733_305574.html

Mourenza, A. (2019). Trump da via libre al ataque turco contra las fuerzas kurdas en Siria. EL PAÍS. En https://elpais.com/internacional/2019/10/07/actualidad/1570427871_758839.html

Sancha, N. (2019). Claves para entender el polvorín del norte de Siria. EL PAÍS. En https://elpais.com/internacional/2019/10/07/actualidad/1570447850_534042.html

Sánchez, E. (2019). Siria, las cartas se barajan de nuevo. EL PAÍS. En https://elpais.com/internacional/2019/05/13/actualidad/1557752805_693756.html